A todos nos gusta darnos un capricho de vez en cuando, y adquirir piezas especiales por diferentes motivos, pero debemos tener mucho cuidado al respecto porque, por desgracia, al intentar conseguir este objetivo nos podemos topar con un enemigo muy peligroso: la falsificación de artículos de lujo.

En el total de la Unión Europea, un 5% de los productos importados acaban siendo totalmente falsos. También conocidos como piratas, estos bienes de dudosa calidad perciben unas pérdidas de hasta 85 millones de Euros, o eso es lo que dice el informe más reciente de la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea.

Dichos productos falsificados suelen priorizar campos como todo tipo de artículos de ropa (calzado, camisetas, pantalones…), seguidamente de objetos fabricados, supuestamente, a partir del cuero, electrónica como ordenadores o incluso videoconsolas, relojes de alto calibre, instrumentos médicos, cosméticos, perfumes, juguetes infantiles, cine, música… La lista es interminable.

El tema evoluciona a una delicadez preocupante cuando se tiene en cuenta que, tanto cosméticos, como perfumes y los juguetes, pueden poner en peligro la vida de sus consumidores, especialmente los niños.

Expertos en detección

Por suerte, este tipo de prácticas tienen un departamento oficial, formado por los mejores expertos en la materia, que se dedican única y exclusivamente a interceptar e investigar a todas las compañías o traficantes responsables de poblar nuestro mercado con esta mercadería de pobre calidad y más falsa que un duro de madera. Este proceso de verificación puede variar desde leer información producida durante la fabricación del mismo objeto, comprobar origen y destino y, sobre todo, la calidad de los materiales primarios utilizados en las elaboraciones de los mismos.

Estos profesionales, pertenecientes a la escuela de la autentificación, se valen de su compleja formación para llegar a conclusiones capaces de salvar el mercado europeo pero, sobre todo, los bolsillos y disgustos de muchos clientes que, al final del día, acaban perdiendo todo su dinero en cubiertos de plata construidos a partir del acero, cuadros de la ascensión de Annibal del s. XVII creados en un estudio en pleno siglo XXI; estátutas donde el mármol asume la esencia del cobre y los muebles han sido revendidos de un mercado barriobajero.

Pero, ¿en qué basamos la probabilidad de adquisición de productos falsificados versus el lujo real?

La psicología de la falsificación

Varios estudios psicológicos aseguran que la probabilidad de compra de marcas de lujo falsificadas es mayor cuando estas se consumen con actitudes o trasfondo emocional basado en una función social. Por el contrario, esta es menor cuando el receptor parte de una función de expresión personal. En otras palabras, el postureo provoca que la gente compre indiscriminadamente y sin prestar atención por el simple hecho de potenciar una cortina de humo, basado en la acción de presumir, indiferentemente de la firma de su pieza. Una persona que realmente admira y respeta un artículo de lujo por su valor real siempre acabará pagando por el original.

Las marcas también tienen mucha influencia sobre esto, pues según la aproximación de sus campañas de marketing, o la psicología que forja su publicidad, provocan en el consumidor una neblina mental que les hace incapaces de ver más allá del consumismo precoz, sobre todo si estas se focalizan en satisfacer a las masas. La urgencia por comprar productos de lujo, en el caso de falsificados, también se basa en unos objetivos personales concretos: la imagen social y la necesidad de ser envidiados por otros.

Con estos sencillos datos resta evidente las dimensiones magnas del mercado de las falsificaciones, ya no solo por el dinero que puedan o no mover, sino los factores sociales y emocionales que influyen en la fluctuación de compra y venta de productos de baja calidad pero beneficiados de los mejores disfraces existentes: una primera capa visual perfecta con un trasfondo low cost.

En conclusión

Iniciamos una serie de publicaciones con el onbjetivo de daros las pautas necesarias para detectar la falsificación de artículos de lujo. Aunque la mejor opción para detectarlas es siempre contar con la opinión de un experto.